La empresa Kärcher, que produce y vende limpiadores de alta presión cuyo color predominante es el amarillo, es titular de la marca alemana de color “amarillo zinc” para productos de la clase 7.
Pues bien, Kärcher presentó una demanda de violación de marca contra una empresa italiana y su filial alemana que comercializaba limpiadores de alta presión con muy similar, si no idéntico color. El Tribunal Superior de Hamburgo consideró que las encuestas de mercado que presentó Kärcher eran suficientes para establecer que el color se había utilizado como indicador de origen y no solo de forma meramente decorativa. Dichas encuestas señalaban que más del 50 % del público en general relacionaban el mencionado color con los limpiadores de Kärcher. El hecho de que los productos de Kärcher también tuvieran partes en negro y gris se consideró irrelevante, y además, el uso de la marca «Lavor» en los limpiadores de los demandados no impedía que el color amarillo se percibiera como una indicación de origen de la empresa Kärcher. Todo ello conllevó a que el Tribunal apreciase la existencia de riesgo de confusión.
Así pues, de la decisión alemana se puede concluir que los colores no necesitan usarse de forma aislada para que el uso se considere efectivo, así como que las encuestas sobre la percepción de los colores como indicaciones del origen comercial de los productos son la mejor prueba para establecer el uso efectivo y el uso infractor de un color muy similar.