Investigadores de la City, la Universidad de Londres, la Escuela de Economía de Estocolmo y la Escuela de Negocios de Harvard han realizado un esclarecedor estudio que afirma que aquellos que compran falsificaciones no lo hacen solo por el estatus que les otorga la marca sino por un sentido de igualdad social en un mercado marcado por la creciente desigualdad de ingresos. Investigadores de varias universidades analizaron más de 2.000 encuestas en Suecia y Estados Unidos y encontraron que la percepción de exclusividad de las marcas de lujo impulsa la demanda de falsificaciones.
Las marcas de lujo, al restringir el acceso a sus productos, pueden haber contribuido a esta tendencia, generando un ciclo que perpetúa la existencia de falsificaciones. Esto sugiere que la exclusividad, lejos de eliminar la demanda de falsificaciones, podría reforzarla al crear una búsqueda de igualdad entre los consumidores.