La EUIPO ha puesto freno a la marca que quería lucirse con ojales. La empresa LUJART, propietaria de la tienda MICUIR, intentó registrar una marca de posición para calzado basada en una fila de tachuelas que rodean el zapato.
Sin embargo, la Oficina consideró que estos adornos son demasiado comunes en el mundo de la moda como para servir como sello distintivo. Según la resolución, los ojales no permiten identificar el origen comercial del calzado, ya que los consumidores los perciben como meros elementos estéticos y no como una marca. En otras palabras, los ojales decoran, pero no identifican.