En 2019, la empresa Dr. Ing. h.c. F. Porsche AG solicitó a la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea el registro del sonido de un motor Porsche como marca, con el argumento de que podría servir como un indicador de origen comercial. Sin embargo, la solicitud fue rechazada, y en junio de este año, la Sala de Recursos reafirmó la decisión alegando falta de carácter distintivo. La abogada Anna Maria Stein comentó que, para ser registrable, el sonido debería ser reconocible como marca por el público, más allá de su función como componente de un automóvil.