En 2023, Lami Packaging consiguió que se declarara la nulidad por la División de Anulación de la EUIPO de la siguiente Marca Europea tridimensional, también protegida en virtud de una patente, cuya titular era Treta Laval, al considerarse que cumplía exclusivamente una función técnica:
Ante tal decisión Tetra Laval apeló y la Sala de Recursos revocó la decisión al considerar que la marca no estaba constituida exclusivamente por una forma necesaria para obtener un resultado técnico (artículo 7.1. e), inciso ii) RMUE) ni tampoco se había presentado de mala fe (artículo 59.1.b) RMUE).
La Sala consideró que la forma no es la causa de un resultado técnico, sino que más bien es la consecuencia de la ingeniería industrial para su diseño y producción. Por otro lado, la Sala también descartó la causa de nulidad de la mala fe, ya que el único argumento del oponente era que Tetra Laval pretendió registrar una marca con una forma “prohibida” a sabiendas de su supuesta ilicitud con el fin de prolongar su protección por la propiedad industrial.
Tal decisión lleva a cuestionar la tradicional exclusión de protección por el derecho de marcas de formar anteriormente protegidas una patente.