En la década de los 50, Ferrari utilizó la marca Testarossa para un coche de carreras. Después, en buen parte de las décadas 80 y 90 se produjeron más de 7.000 modelos de Testarrosa como gran vía.
La demandante Hesse, una empresa de juguetes y coches de juguete, presentó varias solicitudes de caducidad por falta de uso contra las marcas “Testarossa” de Ferrari ante la EUIPO. En paralelo, el conflicto se reprodujo en la oficina Alemana de Patentes y Marcas al solicitarse por la empresa de juguetes la marca “Testarossa”, solicitud ante la cual Ferrari presentó una solicitud de nulidad por registro de mala fe. El Tribunal Alemán desestimando las alegaciones de Ferrari, ha considerado recientemente, entre otras cuestiones, que (i) no había indicios de que la solicitante no quisiera utilizar la marca de forma leal, la cual todavía no había hecho valer sus derechos frente a terceros, (ii) el hecho de que la solicitante haya presentado en UE y en Alemania numerosas marcas “Testarossa” no significa que quiera impedir a Ferrari utilizar dichas marcas y que (iii) el hecho de que el solicitante pudiera haber tenido la intención de aprovecharse de la reputación restante de la marca "Testarossa" no constituye un uso indebido.
Por tanto, se consideró que no existían suficientes indicios para apreciar la mala fe.