La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) ha publicado un informe que analiza como muchos proveedores de plataformas, aplicaciones y, en general, servicios diseñan e implementan patrones engañosos y adictivos para aumentar el tiempo de conexión o lograr recoger una cantidad mayor de datos personales sobre los usuarios.
La Agencia pone el foco, en particular, sobre el posible impacto adverso de dichas estrategias adictivas en relación con las personas más vulnerables, como los menores o adolescentes, influyendo en las preferencias e intereses de dichos colectivos pudiendo comprometer su autonomía y su derecho al desarrollo.
Es intención de la Agencia colaborar con el Comité Europeo de Protección de Datos (CEPD) para que incluya los patrones adictivos en las directrices que se están preparando sobre la interrelación entre el RGPD y la DSA. Dicha inclusión es, a todas luces, muy importante vista la estrecha relación entre el derecho a la protección de datos y los entornos digitales. En particular, es preciso destacar que el artículo 25 del Reglamento de Servicios Digitales establece que las plataformas online no diseñarán, organizarán ni gestionarán sus interfaces de manera que engañen o manipulen a los usuarios, o de manera que distorsionen u obstaculicen su capacidad de tomar decisiones libres e informadas. Por ello, la Comisión Europea inició dos procedimientos sancionadores contra TikTok y Meta por posible incumplimiento de la citada DSA.
El informe clasifica estos patrones engañosos en tres niveles distintos: alto, medio y bajo.
· Nivel alto: son estrategias generales independientes del contexto y de la aplicación. Se han identificado cuatro principales: acción forzada, ingeniería social, interferencia en la interfaz y persistencia.
· Nivel medio: describen enfoques más específicos que explotan las debilidades o vulnerabilidades psicológicas de los usuarios.
· Nivel bajo: corresponden a la ejecución específica de los diferentes enfoques y, normalmente, son específicos del contexto o de la aplicación.