La famosa marca americana de calzado, Steve Madden presentó una demanda contra Ganni, otra relevante marca de calzado danesa, en julio de este año, acusando a la marca danesa de enviar cartas de cese y desistimiento sin fundamento a los minoristas de sus modelos.
Según Steve Madden, estas cartas, dirigidas a cadenas de grandes almacenes como Nordstrom y Dillard's, afirmaban que dichos modelos infringían los derechos de propiedad intelectual de Ganni, incluyendo el emblemático modelo Buckle Ballerina de Ganni. Según Madden el objetivo de esas cartas sería dañar sus relaciones comerciales y bloquear la venta de sus zapatos mucho más económicos que los de Ganni.
Ganni, por su parte, contraatacó argumentando que dichos envíos atendían a su derecho de proteger sus derechos de propiedad intelectual, sin que esto suponga actuar de manera ilícita o difamatoria.
El conflicto entre Ganni y Steve Madden es un reflejo de un problema común en el mundo de la moda: la fina línea entre inspiración y plagio. La resolución del tribunal podría sentar un precedente importante para los casos relacionados con la competencia y los derechos de autor en este sector.