La patente EP2443126, relacionada con el extracto de planta Simalikalactone E para tratar la malaria, enfrentó una oposición por un presunto delito de “biopiratería” y un posible abuso hacia las comunidades indígenas de la Guayana Francesa, al derivar la patente de sus remedios tradicionales.
La Sala de Recurso de la EPO determinó que la exclusión de patentabilidad bajo el artículo 53(a) requiere que la inmoralidad esté en la explotación comercial, no en la forma de obtención de la invención. La patente fue considerada moralmente aceptable y novedosa, ya que las preparaciones previas no revelaban específicamente el compuesto activo.