En junio de 2025, un taller en la University Queen Mary de Londres reunió a políticos, expertos en propiedad intelectual, científicos y reguladores para analizar el papel de las patentes en la edición genética agrícola. Se revisó la normativa: la UE evalúa cambios tras un fallo que equipara nuevas técnicas a transgénicos, el Reino Unido flexibilizó reglas sin tocar su ley de patentes y Ucrania adoptó el enfoque europeo. También se debatió si la cláusula de moralidad del Convenio de Patentes exige demostrar la seguridad de estas tecnologías antes de comercializarlas. Por último, se planteó el uso de consorcios de licencias para compartir innovaciones, aunque se advirtió que la burocracia y la confidencialidad limitan su eficacia. Un informe final recoge las conclusiones mientras se espera la posición de la presidencia danesa.