Tras más de cuatro años de juicios, el Tribunal de Manhattan ha dado la razón al diseñador de ropa de lujo Thom Browne tras la demanda por infracción marcaria interpuesta por Adidas. Esto se remonta a un procedimiento de oposición presentado en 2018 en respuesta a una solicitud de marca europea en la que Thom Browne quería proteger una marca de cuatro rayas. En 2021, después de muchas idas y venidas, el gigante alemán de ropa deportiva consideró que la utilización de cuatro rayas en los diseños de Browne era muy similar a las tres rayas de su logotipo, lo que podría provocar que los consumidores asumieran que los productos estaban conectados. La defensa del diseñador utilizó como argumento principal las respectivas posiciones de las empresas en el mercado y la diferencia de precios entre los productos, lo que ha provocado que el jurado afirmara que el uso que venía realizando, no infringía la marca registrada.