El Gobierno Británico publicó el pasado 29 de marzo unas directrices acerca de la regulación de la inteligencia artificial, a través del Departamento de Ciencia, Innovación y Tecnología, argumenta que el uso de la inteligencia debe estar regido por los principios de seguridad, equidad, y transparencia, entre otros.
Estas directrices se plantean como una forma de armonizar las futuras propuestas legislativas que vayan surgiendo a raíz de la rápida evolución de la tecnología. Cabe destacar que dichas propuestas se centrarán principalmente en el uso de la IA y no en la propia tecnología.