Decisión del Tribunal del Distrito Central de California, de 30 de octubre de 2014. Caso nº LA CV13-06004 JAK-AGR
En marzo de 2011, Robert Thicke impulsó su carrera musical con el single “Love After the War”, consolidándose en los primeros 50 puestos de la lista Billboard. Pero fue en 2013 cuando, en colaboración con los artistas T.I. y Pharrell Williams alcanzó el puesto número 1º con el exitoso tema “Blurred Lines”.
Poco después, los herederos de Marvin Gaye reclamaron que ambos temas copiaban elementos de las canciones “After the Dance” y “Got to Give It Up”, lo que empujó a los tres artistas a presentar una demanda ante el Tribunal del Distrito Central de California pidiendo que se declarase que no existía infracción de derechos de autor mediante una moción de juicio sumario (solicitud legal para que se resuelva un caso sin necesidad de celebrar un juicio ordinario). En respuesta, los familiares de Gaye interpusieron una contrademanda.
Durante el procedimiento, ambos bandos aportaron peritajes elaborados por musicólogos donde se analizaron las semejanzas y diferencias entre las piezas musicales. El Tribunal de California, hizo las siguientes manifestaciones:
En el momento de analizar el alcance de una posible infracción de derechos de autor, debe tenerse en cuenta la fecha de composición e inscripción de la obra. Tanto “Got to Give It Up” como “After the dance” fueron registradas en 1978, por lo que su protección se rige por la Ley de Derechos de Autor de 1909, que solamente cubre las partituras depositadas, no las grabaciones sonoras. De forma que, las supuestas similitudes basadas en la grabación de la obra no podrían valorarse.
La moción de juicio sumario no puede aceptarse y el caso debe ir a juicio ordinario, donde se necesita una valoración subjetiva de las pruebas musicales a fin de poder resolver la cuestión de si se había producido una infracción.
Tras recurso interpuesto ante el Tribunal Federal del Distrito de Los Ángeles, este emitió una decisión manifestando que la protección de las composiciones musicales no puede quedar limitada a un rango de expresión tan estrecho como son las partituras, por lo que era procedente admitir las grabaciones de la obra para la valoración.
El Tribunal Federal centró su análisis en “Got to Give It Up” y determinó que, aunque las notas musicales de la melodía no son coincidentes con “Blurred Lines”, la sensación rítmica (Groove) entre ambas melodías era sustancialmente similar y podría justificar la infracción. En cuanto al tema “After the dance”, no se apreció infracción alguna de derechos de autor.